domingo, 18 de octubre de 2015

Estoy cansada de defenderme,
de justificarme,
de explicarme.

Estoy cansada de quitarme etiquetas,
de ponérmelas,
de hacerlas mías
lo quiera o no.

Estoy cansada de hablar demasiado segura,
reírme demasiado alto,
llevar demasiados tacones,
enseñar demasiada piel,
no enseñar suficiente piel,
no llevar suficientes tacones,
no reír cuando me toca,
no hablar cuando me lo piden.

Estoy cansada de que mis hermanas
también me pongan en duda
porque se han tragado esa mierda
de que no podemos llevarnos bien.

Estoy cansada de tener que probar que soy inteligente,
de oír "al menos es guapa".
De tener que demostrar que puedo ser guapa
y tener que oír "al menos es simpática".
Estoy cansada de serlo todo y aún así
oír la voz de pena que dice:
"Lástima que no la quieren".
Y estoy cansada de creérmelo algunas veces.

Estoy cansada de los problemas del primer mundo
y del último
asociados a ser mujer.
Estoy cansada de tener que medir mis palabras
mientras me miden el cuerpo.
Estoy cansada de los bienintencionados
que me piden bajar el nivel de intensidad
mientras piensan en bajarme otra cosa.

Estoy cansada, me cansáis.
Me debato entre el hastío y la hostia que debo guardar.

Estoy cansada de que intenten borrarnos, borrarme.
Estoy tan cansada que sólo quiero, por ahora, saber algo.
¿De qué coño tienes miedo?

Úr Qazris

No hay comentarios:

Publicar un comentario