domingo, 11 de septiembre de 2016

Vértigo

Estoy esperando
a que se me asiente
la vida.
A que se rompan los labios sellados
y los discursos vacíos
que se me quedaron
perdidos
dentro.

Busco el silencio
para escucharme
y seguir sofocando
en las hogueras
en las que nazco,
en las que muero,
las voces
que son mi yo
de ahora,
de antes,
de nunca.

Leo en mi pecho
las lecciones aprendidas
y me quedo muy quieta
por si se despista
el aire que me habita.

No sé
dónde está
aquella chica
que (se) corría
de(trás) de sí
en una cama vacía.

Y la que me ocupa
camina entre filos
de hojas pasadas,
de cuchillas
que cortan abismos,
y pieles,
y cuerdas.

El miedo me muerde el pulso
y se pierde solo.
Me acuna el viento.

No sé
si guardar el luto
de los tiempos muertos
que obligué a tomarme.

Tiembla la cruz
que me carga
y me clava
la perfección de equivocarme
en esta madrugada.

Úr Qazris

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