Beberme con los ojos,
saborearme con el tacto,
mirarme en cada susurro,
respirarme con tus labios.

Te meteré bajo mi piel
para ahogarte en mis abrazos,
para emborracharte de mí,
causarte un coma erótico,
ilícito,
poético,
narcótico
y una adictiva resaca y así
poner tu rostro en mi regazo
y enramarme a ti, para no caer.

Y si bien mi cuerpo responde,
no dejo a un lado mis armas,
ni me entrego al completo
a quien no me ama.

Te desnudo y me desnudas,
sin nudos ni ataduras,
nos anudamos los dos.
Entre palabras, besos y caricias...
dónde empiezas tú, dónde acabo yo.

Volemos juntos sobre nuestros cuerpos.
Agarremos este salto al vacío,
este paréntesis en el tiempo,
donde lo único que está claro
es que no nos pertenecemos.

En esta libertad compartida
disfrutemos del silencio,
de las palabras no dichas
que son de otro cuento.

La historia de mi vida:
camino sola, me lanzo sin miedo.
Kamikaze yo, tú terrorista.
Volemos una vez más, volemos.

Úr Qazris