domingo, 27 de septiembre de 2015

Si te quisiera...

No te quiero.
Pero si te quisiera
te dejaría volar
independiente de mí.
Independiente de ti
volaría yo.

No te quiero.
Pero si te quisiera
llenaría tus noches de poesía
erótica y febril
y tus mañanas
de ensayos
sobre ser
y no ser
y sernos.

No te quiero.
Pero si te quisiera
bailaría contigo
y tus demonios
y los míos,
tangos de voluntades,
el ritmo
que marcaran nuestras horas
sin límites,
en el límite de tu mirada.

No te quiero.
Pero si te quisiera
seríamos el hogar
sin lugar
y el calor del invierno
y el frío del verano.

No te quiero.
Pero si te quisiera
correríamos,
con nos por delante,
para engañar nuestras soledades.

No te quiero,
pero si te quisiera
desnudaría algo más que tu cuerpo,
te dejaría tocar algo más que el mío,
acariciando lo que no es carne
y es más nosotros.

No te quiero,
pero si te quisiera
seríamos nuestra propia revolución
creyendo que se puede cambiar el mundo
a fuerza de ideales imposibles y bromas incorrectas.

No te quiero
pero si te quisiera
te haría el humor todos los días,
desafiarías mis creencias,
retaría las tuyas,
y construiríamos juntos
para destruir
y levantarnos siempre del suelo.

No te quiero...
pero si te quisiera
bajaría mis puentes levadizos
y mis murallas
y conquistaría las tuyas
haciéndonos polvo
entre ruinas
de pasados inacabados
y cimientos
de futuros por crear.

No te quiero,
pero si te quisiera
te mostraría mis cicatrices
y besaría las tuyas,
porque hay heridas que sólo se cierran
con palabras inesperadas
y gestos de los que dejan encima
nuevas marcas
llenas de colores
y curan
y sanan.

No te quiero.
Pero si te quisiera
yo sería yo.
Tú serías tú.
Y nosotros seríamos imparables.

No te quiero pero
si en algún momento
quisieras que te quisiera.
avísame.
Si yo aún quisiera que me quisieras,
tal vez podríamos llegar
a un acuerdo.

Úr Qazris

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