Acelero contra el muro
que ya he intentado derribar
más del mi veces.

Me sé de memoria
cada uno de los movimientos
que voy a hacer.

Tomar aire, lanzarme con todo, chocar.

Conozco las consecuencias.
Fracturas, desgarros y hemorragias
que no se sufren en la carne.

Los mil y un "te lo dije",
las miradas llenas de lástima
y la falta de comprensión.

El dolor, único, deliciosamente infinito
aspirándome
en el agujero negro
que se abre justo en el centro del pecho.
No hablo del corazón.
Está aún más profundo,
en la raíz misma del ser.

Conozco todas y cada unas de las consecuencias
de kamikazearme contra ti.
Así que, al menos,
concédeme el mérito.

Úr Qazris