domingo, 15 de noviembre de 2015

Creo que fuimos
uno de esos momentos
a los que llegué antes de tiempo,
y después ya fue tarde.
Me adelanté en la carrera
por el cono de cristal
y me fui deslizando entre la arena
hasta ser desierto.
En la casa de espejos
fui hilvanando cristales
para encontrar el camino.
Tropezar no es difícil,
y se me enredan en los pasos
las ganas de tener
los ojos cerrados.
Pero no puedo.
Fichas de dominó
de añicos,
de reflejos.
Tras la ilusión de la magia,
vemos las cuerdas y las máscaras
y la salida
a la feria de vanidades.
Y comienza otro juego.
Úr Qazris

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