Me gustan mis amigas.
Me gustan las mujeres fuertes,
luchadoras,
guerreras.
Las que no tienen miedo de expresar lo que sienten
aunque nadie las entienda.
Me gustan las que han sabido encontrarse
y defenderse
de quienes querían hacerlas clones
de estereotipos.
Me gustan mis amigas
que hablan, y escuchan,
y no se toman la justicia por su mano
pero disfrutan del karma
y saben observar,
callarse el "te lo dije"
aunque se les escape por los ojos.
Me gustan mis amigas
que intentan mil cosas,
una y otra vez.
Que se crean a sí mismas
y no dejan que nadie
les dicte lo que han de sentir.
Me gustan mis amigas, cuando sufren,
porque también caen,
pero se han levantado,
con o sin ayuda
y se saben dueñas del secreto
de volver a ponerse en pie.
Me gustan mis amigas,
mujeres en toda su palabra,
que se quieren y respetan
y hacen hueco en su corazón
pero no permiten que se lo taladren.
Mis amigas que son dulces y tiernas
y duras y fuertes
y lloran y ríen
y son de acero suave,
de plumas con espinas.
Siempre me gustaron las mujeres fuertes
y me hice su amiga.
Me aceptaron como amiga.
Nos amamos como amigas.
Tardé un tiempo en darme cuenta
de que yo soy como ellas
y que buscando a las de mi clan
las/me encontré.
Úr Qazris
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