Es una larga carretera,
llena de polvo y reseca.
Estoy cansada del camino
y de este andar de condena.
Si subo al infierno
o bajo al cielo...
Sólo a mí rindo cuentas.
Ni ángeles ni demonios
esperan en la cuneta.
Mi respiración se agota.
Siento mi alma desierta.
Espejismos fríos de lluvias
se clavan en mi conciencia.
La esperanza no florece
en esta amarga tierra.
Piso suelo conocido,
aquí no soy forastera.
Es una larga carretera
llena de polvo y reseca.
Úr Qazris
No hay comentarios:
Publicar un comentario