Se le enreda el pelo en las dunas del desierto
y su voz
susurra
como la arena acaricia el viento.
La danza de su cuerpo
suena
a mil cascabeles
y embruja los muros de la medina.
Sólo árido queda el espíritu
y su condena.
La lleva en el Sol ausente
y en la Luna plena.
Úr Qazris
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