domingo, 13 de septiembre de 2015

El reloj

Soy un reloj de arena sin manecillas.
Se saltaron los mecanismos.
Los engranajes no encajan,
enrarecen con su ruido silencioso
este manojo de piezas sueltas.

Me doy cuerda,
me doy la vuelta
para seguir deslizándome por el cristal.
Me doy cuenta
de que lo que doy, me hace eterna
en los relojes de Dalí,
y en los bolsillos de mi infancia,
y en la extraña vieja conocida
que me mira en el espejo
cada mañana.
Y quien soy es la que corre
y se queda.
Los horarios aprendidos
sin billete de regreso.
La vista del retrovisor es mala compañera.
Por eso Yo
marco las horas nuevas.

Úr Qazris



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