Aquí ando
exorcizándome por los rincones
y bendiciéndome a solas.
Sin más oración
que la poesía
que me brota de los dedos
y me estigma la piel
y los sentidos.
Aquí, descomponiéndome
en versos
y mataforeando
el tiempo
que se pierde
en cada letra del teclado.
Sin más pretensión
que la de hacerme eterna
en este momento
mientras intento desentrañarme
con las manos desnudas,
las venas abiertas
y la boca seca
de verdades.
Aquí yo,
y ahí tú
preguntándote, espero,
qué diablos
han hecho poesión
de mí.
Úr Qazris
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