En realidades alternativas,
tal vez en otra vida
saltar sin paracaídas
sea de sentido común.
Aquí donde yo vivo,
en el mundo en que respiro
un tesoro es un amigo
y me llegaste tú.
Me salté la cuarentena
así, sin darme cuenta
ya me vi inmersa
en esta realidad.
Acabamos compartiendo,
robando nuestro tiempo.
Surcamos nuestros cielos
fingiendo no amar.
Nos leo como libro abierto.
El autoengaño nos llama,
y lo damos por cierto
Mas no miente una mirada.
No soy la única en saber.
Compartimos el secreto.
El que no quiere ver
es el auténtico ciego.
Hasta quemarme las alas
volaré de nuevo.
Acostumbrada a caer
ya no lo temo.
Antes de la última hora
yo ya me alejo.
Cada beso robado
se cobrará precio.
No voy a guardarme dentro
todos los "Te quiero".
Si te gusta encenderme,
quémate con mi fuego.
Ya estamos lejos los dos
de abandonar el juego.
No quiero perderte,
perderme te da miedo.
Nos hemos enredado
en nuestros propios cuentos.
Nos iremos lejos, los dos.
No volveremos a vernos.
Los días pasados
serán como un sueño.
Pero al recordarnos un día,
sin evitarlo, sonreiremos.
Jamás la confesión
de quien empezó a amar primero.
Nunca sabrás ciertas cosas.
Otras yo ignoraré, por supuesto.
Lo seguro es
que al mirarnos un momento
nos perdemos con facilidad
en nuestro propio universo.
Cierra de nuevo los ojos,
amor.
Durmamos
hasta despertar
uno en los brazos del otro.
Úr Qazris
No hay comentarios:
Publicar un comentario