sábado, 14 de noviembre de 2015

Respiro feliz
tras la carrera
en el laberinto.

No estaba perdida,
sólo me despisté.

Entre muros
que pusiste tú,
que puse yo.

Siento cosquillas en los pies,
que antes estaban frío
y que siento vivos
de nuevo.

Delante, todo.

Te puedo, si quieres,
gritar desde el otro lado
para que encuentres la salida
tú también.
Pero no derribaré por ti.

Y delante, todo
por un camino o por otro.
Si dejas de enmurallarte.

Con la madrugada
respiro
porque no estaba perdida,
sólo despistada.

Úr Qazris



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