Dejar ir
es menos difícil
de lo que creemos.
Lo difícil es enfrentar
el vacío
que llevamos dentro.
Un secreto:
una vez que le miramos
a los ojos
no da tanto miedo.
Y si somos sinceros,
hay cierto alivio
en poder volar de nuevo.
Adiós, a la Kamikaze
de mis antiguos juegos.
Nos veremos
después del invierno.
Ahora yo me voy.
Me desaparezco.
Me llegó la hora de engañar al tiempo.
Me buscaré,
me rescataré
de mis cielos y mis infiernos.
Seré espuma de aire y mar,
cabalgaré el viento.
Antes
me desintegro.
Polvo negro, polvo eterno.
Me hago nada
para serlo todo
cuando llegue el momento.
Úr Qazris
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