Hay tiempos,
como los de esta tarde,
para estar contigo misma.
Para sonreírte cuando caminas por la calle,
tú sola,
para ti.
Y dejar sorprendidos a quienes se cruzan
con tu sonrisa
y tu mirada distraída.
Hay tardes,
como la de este momento
para sentirte respirar
y dejarte recorrer por el aire,
por dentro.
Para dejarte recorrer por versos,
por fuera.
Y añadir multiplicaciones
que te sumen,
y olvidarte de lo que te restó
y te dividió.
Hay momentos,
como los de esta hora
para olvidarte de todo,
para acordarte de ti,
saludarte,
abrazarte
y acariciarte
con plumas
y un café a solas contigo,
y unas flores al pasar.
Hay horas,
como la de este segundo
para mirarte en todos los espejos
y sentirte libre en todos ellos,
y liberar tus reflejos
y hacerlos realidades,
para irte con ellos
en la dirección
en la que soples tu viento.
Hay segundos, como el de ahora,
en el que te sabes,
te sientes,
te eres.
Y el reloj se detiene
sólo para ti.
Úr Qazris
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