No sé hacer nada a medias.
Se me lleva por delante
y me atropella
la existencia
así,
de golpe,
sin avisar.
No sé mantener distancias
ni guardarlas,
porque no me caben
en el hueco de mis manos.
(Ni quiero sostenerlas.)
Y las abro
y dejo que se estrellen
a mis pies,
y las pisoteo
y las machaco
y soplo sobre ellas
mil huracanes vencidos
y una casa voladora.
No sé hacer
más equilibrio que el necesario
entre el querer y el poder,
y cuando crees que voy a caer
rompo la cuerda,
la red,
el circo entero
y la pared.
No sé sentir a medias.
No sé follar a medias.
No sé existir a medias.
Devoro la pasión
a dentelladas,
a zarpazos,
a besos sin amor,
amor sin sexo,
y sexo sin ti.
Armo mis dientes
por si quieres hacer la paz,
que la guerra ya la terminamos,
a medias,
claro.
No me quieres cerca.
Me fui.
No me quieres lejos.
Decídete.
No sabes lo que quieres
y yo
ya no quiero saberlo,
lo olvidé.
Sabemos que te mientes
y a mí la nariz no me crece,
la verdad se hace fuerte
cada vez que respiro.
No sé hacer nada a medias,
ni ser a medias,
ni estar a medias,
ni vivir a medias.
No me busques a medias,
no me esperes a medias,
no me quieras a medias.
Ese punto,
ese lugar,
ese espacio
exacto,
calculado,
milimetrado,
limbo sin pecado,
en el que deseas que yo flote
a medias...
sigue ahí.
Pero yo ya me fui
completa-
mente.
Úr Qazris
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