viernes, 20 de noviembre de 2015

Colibrí y pared

No me importa ser nada.
Soy el pájaro y la pared
que lo atrapa.

Alas de fuego puro,
muro contra muro.
Mil colibríes por minuto.
Los ladrillos siguen ahí.

Del polvo que se levanta
y de los polvos que nos acuestan
vendrán tempestades nuevas.
Pero yo sigo, colibrí.
Que cuando baje la marea
y nos arrastre con ella
los lodos que se lleva
se olviden de mí.
No se hicieron mis plumas
para dormir malos tiempos
No soy pieza perdida de un lego
ni de un puzzle de mil.
Soy el pájaro y la pared
que lo atrapa.
La pared que florece
para ser libre, colibrí.
Úr Qazris

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